El escenario turístico cubano, convertido en un dinámico espacio que atrae a miles de visitantes –nacionales y extranjeros- cada año, se erige en una alternativa económica de relevancia para la mayor de Las Antillas.
Más de un centenar de proyectos integran la cartera de oportunidades de inversión en la industria cubana del ocio, con vistas a mantener el dinamismo del sector.
Entre las propuestas para estimular la entrada de capital foráneo se destaca la introducción de la nueva modalidad de contratos de administración con financiamiento.
Esa herramienta permite que importantes compañías hoteleras se comprometan con el aporte necesario para remodelar la instalación, antes de iniciar su gestión.
Otra variante son los contratos de administración de servicios en marinas, valorados como un complemento importante para la operación hotelera en toda la Isla.
En ese contexto destacan territorios como la provincia de Ciego de Ávila, con una amplia gama de propuestas para el ocio, excelentes playas, una naturaleza única, tradiciones de épocas anteriores e historia.
En esa zona se localiza el destino Jardines del Rey, considerado el de más dinámico crecimiento en la industria cubana del ocio, a lo cual se añade la existencia de numerosos monumentos que aportan un toque singular en las opciones para el turismo.
Entre esos últimos se localiza la llamada Trocha de Júcaro a Morón, considerada uno de los monumentos militares más importantes de la región del Caribe y la mayor fortificación española del siglo XIX en la isla y América Latina.
Su construcción, realizada entre 1871 y 1872, tuvo como objetivo bien preciso cortar el paso del Ejército Libertador cubano en su avance hacia la porción occidental del país y evitar la expansión de la guerra a esos territorios.
También muchos de los vacacionistas llegan atraídos por la ciudad de Morón, fundada en mayo de 1543 y con un origen que está en manos de familias que emigraron desde Sancti Spíritus, además de marineros que navegaron a lo largo de la costa norte en busca de aventuras y fortuna.
Según las tradiciones, son varias las versiones que apuntan al nombre de la localidad, una de ellas vinculada a su fundación sobre una elevación de escasa altura, lo cual coincide con la definición geográfica de "morón", que quiere decir pequeño montículo de tierra.
La centenaria urbe es también conocida como la Ciudad del Gallo, en alusión al símbolo de los pobladores del lugar y con base en una leyenda que data de la época de la colonia, convertida en atractivo especial para el turismo.
El Gallo de Morón está reflejado en una escultura en bronce de tres metros y un peso de tres toneladas, obra realizada por la destacada artista plástica cubana Rita Longa a inicios de la década de los 80 del pasado siglo.
Además, a escasos tres kilómetros de la ciudad está la Laguna de la Leche, con 66 kilómetros cuadrados de superficie que la convierten en el mayor cuerpo de agua natural de Cuba.