La industria turística cubana, sustentada en un amplio espectro de atractivos y opciones, apunta a demostrar que el ocio en la mayor de las Antillas va más allá de las tradicionales ofertas de sol y playa.
Los valores patrimoniales vinculados al surgimiento y desarrollo de la nación están presentes por doquier, unido a alternativas recreativas de la mano de la náutica, los deportes extremos, senderismo, ecoturismo y turismo de salud.
Asimismo, la modalidad de cruceros gana protagonismo al aprovechar la estratégica ubicación del archipiélago en la región del Caribe y el creciente interés por conocer los destinos cubanos.
La estrategia promocional se sustenta en foros especializados, como la Feria Internacional de Turismo FITCuba, la cual ha logrado posicionarse como el principal evento de carácter profesional del sector.
También es el espacio ideal para el contacto entre especialistas, directivos y empresas turísticas con presencia en Cuba.
Cabe mencionar que entre sus antecedentes destaca la I Convención de Viajes Cubatur en 1980, y a partir de entonces empieza a alcanzar mayor relevancia y aceptación internacional.
Desde el 2005 y hasta el 2011, el Parque Histórico Morro-Cabaña fue la sede oficial, mientras que ya en el 2012 se desplazo a Cayo Santa María, perteneciente a la provincia de Villa Clara.
La edición del 2017 apuesta por la oriental provincia de Holguín, en una región generosamente beneficiada por la naturaleza, la belleza de sus playas y la historia.
Como novedad destaca el lanzamiento del destino turístico Gibara, apoyado en los restaurados hoteles coloniales Ordoño, Arsenita y el Plaza Colón, unido a la apertura del Club Náutico.
Para el turismo, están disponibles zonas de playas, varios cayos, parques naturales y centros de opciones extrahoteleras, con especial destaque de sitios como Guardalavaca, Estero Ciego, Esmeralda y Don Lino, por solo citar algunos.
Entre las propuestas únicas destaca Cayo Naranjo, el cual aporta además la sorpresa de un acuario en medio del mar.
No obstante, en el territorio el proyecto más importante es el desarrollo de la península del Ramón de Antilla, con playas magníficas y ubicada en la Bahía de Nipe, muy próximo a Cayo Saetía y con un potencial muy grande para el turismo.
Por su parte, los practicantes del inmersionismo cuentan con la opción única del Tanque Azul de Caletones, una caverna inundada que tiene además la peculiaridad de encontrarse dentro de la ruta más importante de aves migratorias de la región.
Valles y cerros se combinan con una vegetación única y una fauna que muestra al ave nacional Tocororo, acompañada de pájaros carpinteros, cotorras, cateyes, guacamayos, jutías congas e incluso caballos salvajes