El lanzamiento de la ciudad de Gibara como nuevo producto turístico incorpora un nuevo actor en el escenario del ocio en Cuba, con propuestas atractivas para visitantes nacionales y extranjeros.
La también conocida como Villa Blanca cuenta con una amplia cartera de opciones mediante la apertura de instalaciones hoteleras, culturales y recreativas de altos valores patrimoniales.
Las mismas estarán disponibles en los restaurados hoteles coloniales Ordoño, Arsenita y el Plaza Colón, unido a opciones como bares La Loja, Siglo XX y el Ocio Club.
Como elemento a destacar está el hecho de que en la restauración y rescate de las instalaciones destinadas al turismo se tomaran en cuenta sus diseños constructivos originales.
Con ello se acerca el objetivo de lograr que Gibara asuma características similares a las de destinos como Viñales, Trinidad, Remedios, Camagüey, Santiago de Cuba y Baracoa.
Con una historia de dos siglos, su nombre llega hasta nuestros días del vocablo aborigen Jibá, con una rica historia y cultura propia acorde al linaje de su fundación, acompañada de un hermoso y exuberante paisaje.
La fundación del puerto favoreció su esplendor económico, lo cual convirtió a la ciudad en la segunda amurallada de Cuba, pues se hizo necesaria la construcción de fortificaciones militares para la protección de la villa de los ataques de corsarios y piratas.
Asimismo en 1853 fue inaugurada la Iglesia Parroquial de San Fulgencio, lo que fija, según criterios de algunos entendidos, un hito en los estilos arquitectónicos predominantes en Gibara hasta ese momento.
La urbe cuenta con un parque principal, nombrado "Calixto García Íñiguez" y antigua Plaza de Armas de la villa, en cuyo centro presenta una réplica en miniatura de la Estatua de la libertad, que fue obtenida a través de la recaudación popular de fondos y encargada a escultores italianos.
Esa pieza está dedicada a la entrada, el 25 de julio de 1898, de las tropas independentistas al mando del Coronel Cornelio Rojas, simbolizando la liberación del yugo español.
Como sitios a destacar están el Parque de las Madres y la Plaza de la Cultura, unido a exponentes del conjunto arquitectónico que distinguen la villa como el Museo de Artes Decorativas, instalado en la planta alta de una de las construcciones domésticas más significativas del estilo neoclásico de la localidad.
La institución posee una de las colecciones más importantes de su tipo del país y atesora los vitrales de medio punto más grandes del oriente cubano, además de La Iglesia Parroquial, y la Vieja Sede del Casino Español.
Como elemento adicional, a solo cuatro decenas de kilómetros de la ciudad está Bariay, el punto donde desembarcó Cristobal Colón el 27 de Octubre de 1492, convertido en símbolo del encuentro entre las culturas del Viejo y Nuevo Mundo.