Los valores históricos y patrimoniales, presentes en la geografía cubana, se erigen en importante complemento para los atractivos turísticos y naturales que muestra el archipiélago.
Tal es el caso de la ciudad de Matanzas, en la occidental provincia de igual nombre, con 324 años de historia y numerosos elementos que avalan la riqueza del territorio.
El Centro Histórico de la urbe es el segundo más extenso de la isla, con espacios públicos y edificaciones de alto valor patrimonial, entre ellos la botica francesa Triolet, una de las mejor conservadas del siglo XIX.
En ese sentido, la diversidad arquitectónica marca el entorno de la atractiva ciudad, con tesoros de la construcción como el teatro Sauto, inaugurado en 1863 y diseñado por el italiano Daniel D'Allaglio, convertido en Monumento Nacional de la mayor de Las Antillas.
Además, la Plaza de la Vigía, primera plaza de armas de la ciudad, encierra en su entorno exponentes únicos de los valores históricos de la urbe, representados en inmuebles como el Cuartel de Bomberos, la antigua Aduana y el Palacio de Junco, actual museo.
Otro de los sitios plagado de recuerdos en la capital provincial está en el Parque de La Libertad, surgido hacia 1800 y centro de algunas de las más importantes edificaciones, como el Liceo Artístico y Literario.
La fama de ese espacio está vinculada a la cultura cubana, pues precisamente en él se presentó por primera vez de forma oficial, en 1879, el baile nacional conocido como danzón.
La occidental ciudad de San Carlos y San Severino de Matanzas quedó fundada el 12 de octubre de 1693, por 30 familias procedentes de Islas Canarias, en una zona privilegiada de la costa norte cubana.
Cabecera de la provincia cubana de igual nombre, bordea una bahía ubicada a 100 kilómetros al este de La Habana en una región eminentemente llana, con su altitud máxima en el cercano Pan de Matanzas, de solo 389 metros sobre el nivel del mar.
La abundancia de pasos sobre el agua también le otorgó el apodo de "ciudad de los puentes", con vías como el antiguo de La Concordia, hoy conocido como Lacret, o el Calixto García, El Giratorio y Canímar, por solo citar algunos.
El 17 de febrero de 1860, en la apertura del Liceo Artístico y Literario, su director, Rafael del Villar, proclamó Matanzas como la Atenas de Cuba, para compararla con la polis griega del siglo V, de Pericles, y reconocer el desarrollo cultural.
Los visitantes que arriban a Matanzas incluyen en su recorrido a la famosa Ermita de Monserrate, inaugurada en 1875 y calificada como una señal del poder económico que logró la comunidad catalana establecida en la urbe.
El Valle del Yumurí, situado al oeste de la ciudad y formado por los ríos Yumurí y Bacunayagua es sin dudas uno de los más bellos de la isla, con suaves colinas que lo rodean.