La zona oriental de Cuba, con un importante componente para el turismo de naturaleza, consolida espacios en la industria del ocio para desarrollar opciones a favor de los visitantes.
En ese entorno destaca la provincia de Holguín, considerada el tercer polo turístico de Cuba y con un enorme potencial para la expansión a corto y mediano plazo.
En efecto, el territorio acoge el ocho por ciento del total de habitaciones a nivel nacional, en 22 instalaciones hoteleras, la mayoría bajo la modalidad de sol y playa.
Unido a ello, dispone de reservas naturales como el parque Alejandro de Humboldt, y núcleos urbanos de la talla de Gibara y la ciudad capital, que le permiten diversificar las ofertas para todos los segmentos de mercado.
Para el turismo, están disponibles ocho zonas de playas, varios cayos, parques naturales y centros de opciones extrahoteleras, con especial destaque de sitios como Guardalavaca, Estero Ciego, Esmeralda y Don Lino, por solo citar algunos.
Arenas blancas, temperatura agradable y una vegetación formada por matorrales costeros, bosques vírgenes y mangles se integran para formar una oferta difícil de rechazar por parte de los visitantes que acuden a la provincia.
Para el 2017 se concentraron esfuerzos en la ejecución de los hoteles Albatros de 515 habitaciones y categoría 5 estrellas plus, que se ejecuta en playa Guardalavaca y el Saratoga, tercera instalación de la marca E (Encanto) de la ciudad de Holguín.
En el programa constructivo figuran, además, los módulos de cabañas de madera de Villa Don Lino y Mirador de Mayabe, la reparación de la piscina del hotel Miraflores y de habitaciones del Brisas Guardalavaca.
En el caso del ecoturismo resaltan los atractivos singulares de las zonas cercanas a Sierra Cristal, donde se localizan exponentes únicos de la flora cubana como palmas, cocoteros, frutas tropicales, helechos y árboles de maderas preciosas.
En materia de circuitos turísticos, los programas de descanso permiten además descubrir por mar sitios caribeños de la costa norte cubana, con altos valores naturales, culturales e históricos, en itinerarios que llegan hasta el museo arqueológico y la aldea taína de Chorro de Maíta.
Unido a ello, los amantes del inmersionismo cuentan con la opción única del Tanque Azul de Caletones, una caverna inundada que tiene además la peculiaridad de encontrarse dentro de la ruta más importante de aves migratorias de la región.
En el territorio, Cayo Saetía complementa la oferta con un coto único de caza, verdadero rincón de animales protegidos, donde el viajero se tropieza a cada paso con venados, jabalíes, búfalos, avestruces, pavos reales y toros salvajes, entre otros exponentes de la fauna.
Unido a ello, surgen propuestas para el ecoturismo, entre ellas excursiones localizadas en zonas de Pinares de Mayarí, dentro del conjunto geográfico Sierra de Nipe, a unos 700 metros sobre el nivel del mar.