El archipiélago cubano, destino turístico por excelencia en el Caribe, tiene en la agenda del 2018 la posibilidad de recibir cinco millones de visitantes internacionales.
Para garantizar el sostenido desarrollo de la industria del ocio, la isla cuenta con 67 mil habitaciones hoteleras y planes de sumar a largo plazo otras capacidades que permitan llegar al 2030 con unas 100 mil.
Hacia esa fecha se espera la creación de 224 nuevas instalaciones y 32 ampliaciones, 24 proyectos de campos de golf con 11 hoteles asociados, 23 bases entre náuticas y marinas, y 47 centros de recreación y aventuras.
Como elemento adicional y de apoyo a esa estrategia, el sector reporta 87 contratos de administración y 19 cadenas hoteleras extranjeras, así como 27 empresas mixtas, que operan en dicha industria.
Hacia el futuro, las inversiones se orientan a lograr un turismo sostenible, con indicaciones de evitar la construcción de establecimientos en la primera línea de playa y prevenir impactos ambientales adversos en las dunas.
Unido a ello, se trabaja por la recuperación o conversión en hostales de inmuebles patrimoniales; al tiempo que se inserta en los proyectos el aprovechamiento eficiente de los residuos y el ahorro energético.
Los datos muestran que en el 2017 Canadá se mantuvo como el principal emisor de turistas a Cuba, seguido por Francia, Italia, Rusia, España, Argentina y Brasil
Una modalidad en franca expansión es la del arribo de cruceros a las radas del país insular, que permiten a los viajeros conocer de primera mano la realidad cubana, su pueblo, su cultura y las bellezas naturales y arquitectónicas.
Ya en el pasado ejercicio anual del 2017 la llegada de cruceros creció en 230 por ciento, y se espera que en 2018 continúe esa tendencia favorable, sumado a nuevas solicitudes de operaciones aéreas para la temporada alta de vacacionistas.
En ese contexto, para buscar mayor dinamismo y atractivo al sector, se implementaron las modalidades de turismo de circuitos, eventos, aventura, naturaleza y el rural; así como la apertura de nuevos servicios asociados, instalaciones, marinas y operaciones aéreas.
Las nuevas oportunidades de inversión en la isla contemplan la posibilidad de vincular a compañías foráneas con el financiamiento de la restauración de inmuebles con fines turísticos, como variante en la modalidad de administración hotelera.
Bajo ese tipo de negocio, compañías foráneas que operan o les interesa administrar instalaciones turísticas en el país podrán negociar mayores facilidades contractuales con las propietarias cubanas, con vistas a recuperar su inversión en menor plazo.
Las propuestas de opciones para la recreación y el descanso en la isla se apoyan en la existencia de incontables riquezas de carácter natural, histórico y cultural, con lo cual extienden su influencia a todo el territorio.