El archipiélago cubano, destino turístico por excelencia en el Caribe, destaca por sus opciones únicas de sol y playa, verdadero atractivo para miles de visitantes que acuden cada año al país.

De esa forma, la naturaleza, tradiciones e historia se dan la mano en un territorio superior a los 110 mil kilómetros cuadrados, con casi cinco mil 800 kilómetros de costas y de ellos unos 600 de excelentes playas.

Precisamente estas últimas, combinadas con un clima tropical, arenas finas, aguas transparentes y cálidas, integran una opción imposible de rechazar para los vacacionistas.

Tal es el caso de Varadero, considerada según los premios Travellers Choice 2018, organizados por la mayor web de viajes TripAdvisor, como la tercera mejor playa del orbe.

En el ranking compuesto por las mejores 25 playas del mundo, la cubana se posiciona solo por detrás de Grace Bay (Islas Turcas y Caicos), y de Baia Do Sancho, en Brasil.

Unido a ello, se adelantan acciones para rehabilitar diversos balnearios en el país, como parte de la estrategia para minimizar los efectos del cambio climático.

En ese sentido, la alimentación artificial de arena constituye la alternativa más ventajosa para contrarrestar los efectos de la erosión en las playas, permitiendo restablecer las condiciones paisajísticas y de uso que caracterizan a los litorales arenosos y defender de forma efectiva la zona costera.

Los programas a nivel nacional consideran factible estos trabajos en destinos turísticos como Playas del Este, Varadero, Villa Clara, Jardines del Rey, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Cayo Largo y Ancón.

Con ello mejora la calidad de las playas y por consiguiente se incrementó de la capacidad de acogida de turistas.

Para Cuba, los balnearios se combinan con un clima tropical, arenas finas, aguas transparentes y cálidas, para integrar una opción imposible de rechazar por los vacacionistas.

Ni siquiera la propia capital, plena de encantos propios de una urbe con casi cinco siglos de historia, escapa a esa influencia, pues hacia el este se localiza el llamado Circuito Azul, con más de 15 kilómetros de franja costera, con especial destaque para el sitio conocido como Santa María del Mar.

Hacia la zona central del país caribeño, la Península de Ancón ostenta el mérito de contar con las mejores playas de la Costa Sur cubana, con fondos marinos de escarpado relieve y con abundante presencia del coral negro.

En Villa Clara, cayo Santa María acoge en apenas 13 kilómetros de extensión amplias extensiones de arena y mar prácticamente vírgenes, listas para el deleite de los clientes más exigentes.

También en Jardines del Rey, uno de los principales polos turísticos del país, 30 kilómetros de playas vírgenes esperan por los vacacionistas en los cayos Coco y Guillermo, en este último con el sitio conocido como Pilar en homenaje al novelista Ernest Hemingway y con las dunas de arena más altas del Caribe, con 15 metros de elevación.

El oriente cubano no se queda atrás en ofertas de sol y mar, con el peso fundamental en Holguín, donde se encuentra Bariay, punto por donde desembarco allá por 1492 el almirante Cristóbal Colón, y acompañado de lugares conocidos en el mundo del ocio como Guardalavaca, Playa Esmeralda y Pesquero.