La industria cubana del ocio, en franco proceso de expansión, se sustenta en una estrategia promocional que incluye presentaciones en los principales eventos del sector a nivel mundial.
Tal es el caso de la Feria Internacional de Turismo de Moscú (MITT-2018), donde Cuba salió premiada, mostrando la diversificación de su producto, en medio de un récord de emisión de vacacionistas rusos a la isla.
La asistencia a esa cita no es casual, pues en el 2017, Cuba por primera vez arribó a 105 mil turistas rusos, con un crecimiento del 62 por ciento con respecto a 2016.
Para facilitar el traslado de los turistas, se analiza como incrementar los vuelos con Aeroflot y las aerolíneas Northwind y Azur Air.
Mientras, en el Salón Mundial de Turismo de París la mayor de Las Antillas se inclino por dar a conocer un producto multipropósito, más allá de las tradicionales ofertas de sol y playa.
En efecto, están a la orden las opciones de los valores patrimoniales, cultura y salud, además de las modalidades de cruceros, naturaleza, eventos y aventuras.
Unido a estos encuentros, por solo mencionar algunos, las oportunidades de negocios en el turismo fueron expuestas ante empresarios italianos, los cuales conocieron la realidad de la isla en la materia.
En efecto, la planta hotelera cubana tiene una media anual de crecimiento del 10 por ciento, a un ritmo de dos mil 500 habitaciones, cifra que aumentará progresivamente hacia el 2030.
El plan de desarrollo prevé construir unos 224 hoteles y 32 ampliaciones sin alterar el entorno y los recursos naturales; recuperar, ampliar y edificar 23 proyectos de náuticas y marinas.
De esa forma la cartera de negocios tiene identificadas 140 oportunidades, de las cuales ocho están en negociación, 33 son desarrollos hoteleros, 90 contratos de administración y nueve de administración y comercialización de servicios en marinas y parques recreativos.
Por lo general, la difusión de las ofertas turísticas cuenta con la presencia de cadenas hoteleras, aerolíneas y turoperadores especializados en el mercado de la mayor de Las Antillas.
Asimismo, la existencia de miles de habitaciones se complementa con una amplia infraestructura de centros de ocio, para espectáculos, prácticas deportivas, establecimientos comerciales y restaurantes, donde la gastronomía ocupa sin dudas un lugar especial.
Para la isla las prioridades del turismo están dirigidas a incrementar la calidad de la oferta, conformar mejores productos, generalizar el uso de las nuevas tecnologías en el sector, así como potenciar el buceo, la náutica, el turismo cultural, de eventos, salud, recorridos y circuitos y el de naturaleza.
Ciudades con exponentes de la arquitectura colonial -en perfecto estado de conservación-, hoteles vinculados a la actividad de la plástica, sitios patrimoniales y un amplio calendario de celebraciones y festividades se integran a la oferta.
Unido a ello, los visitantes acuden a disfrutar la amplia gama de opciones de la gastronomía cubana e internacional, donde a disposición de los clientes están las ofertas más relevantes de la historia culinaria del país caribeño.