La provincia cubana de Sancti Spiritus, en la zona central de la isla, reúne como elemento peculiar la ubicación en su geografía de dos de los primeros asentamientos poblacionales fundados por los españoles en la mayor de Las Antillas.
Surgida en la primera mitad de 1514, la también llamada Villa del Espíritu Santos acumula a su favor 504 años de actividad, localizada a orillas del Yayabo hacia 1552.
Cuarta entre las siete villas establecidas en la isla por los españoles en el siglo XVI, encierra valores arquitectónicos, históricos, tradiciones culturales y bellezas naturales, en una combinación atractiva y singular.
Sancti Spiritus, fundada por el Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar posee un espacio -en la calle Honorato- que recuerda con cinco grandes campanas la historia recorrida desde aquel 4 de junio de 1514 hasta 2014, fecha en que cumplió 500 años.
Cada una de ellas recoge 100 años, es decir la primera abarca de 1514 a 1614 y así sucesivamente hasta completar los cinco siglos de vida de esta urbe.
Asimismo, tres estilos constructivos coinciden en la zona colonial de la ciudad, donde se contabilizan más de mil edificaciones con valor arquitectónico a partir de la mampostería y el adobe tradicional.
El barroco español está presente en los amplios portales de las mansiones señoriales de antaño, en una estructura donde la amplia plazoleta con la iglesia al centro constituía el diseño clásico de las poblaciones, tendencia que evolucionó hacia un método constructivo adaptado a las condiciones del país.
Hacia el siglo XVIII irrumpe con fuerza el estilo neoclásico, presente hoy en día en la ornamentación de puertas y ventanas con preciosas rejas de vistosas filigranas, donde los artesanos buscaron cumplir el doble cometido de proteger y a la vez embellecer.
En su centro se localiza la Iglesia Parroquial Mayor, Monumento Nacional, construida en 1680 y considerada hoy la edificación más antigua de la ciudad.
En la construcción del inmueble, la arquitectura empleada tiene su antecedente artístico en el mudéjar y se afirma que su planta es casi idéntica a la de Villa de Alcor, en Huelva, España.
En tal sentido, destaca el uso de bóvedas de rincón de claustro, arcos fabricados con ladrillos en disposición radial y arcos de descarga, elementos utilizados con gran maestría.
En este propio territorio se localiza la antigua villa de la Trinidad, tercera de su tipo en el país -fundada también en 1514- y con el atractivo adicional de ser uno de los sitios mejor conservados del continente en cuanto a arquitectura colonial.
También llamada la Ciudad Museo de Cuba, tiene el privilegio de ser una de las localidades coloniales del país y califica además entre los conjuntos arquitectónicos más completos y conservados del continente americano.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 y ruta obligada hacia la conquista de nuevos territorios, se asentó junto a las márgenes del río Guaurabo, donde los españoles encontraron una población aborigen utilizada como mano de obra, tierras fértiles y excelentes puertos para la preparación de expediciones.