La mayor de Las Antillas, con un aval histórico de varios siglos, cuenta en su geografía con verdaderos exponentes del patrimonio urbano, llegados a nuestros días desde la época colonial.
De esa forma, la isla dispone de una red de museos que supera ya las 300 instalaciones de los más variados diseños y contenido, de las cuales 14 clasifican como museos de arte, siete de ciencias y tecnología, cinco de etnografía y antropología y 68 de historia.
Otros nueve se consideran especializados, cuatro de arqueología y el resto generales, todos ellos con un objetivo común: trasladar las enseñanzas de antaño a la nueva realidad de la isla.
La principal plaza de la isla en esa actividad es, sin dudas, la capital, con una amplia gama de instalaciones para los gustos más diversos, muchas de ellas únicas en el país.
En un inmueble edificado en 1791 y conocido como el Palacio de los Capitanes Generales – sede de la administración colonial española durante más de 100 años – se localiza el llamado Museo de la Ciudad.
La residencia de estilo barroco contiene exponentes que reflejan una vista panorámica de la ciudad, desde su fundación bajo el nombre de San Cristóbal de La Habana hasta el presente, así como varias salas dedicadas a las guerras cubanas por la independencia nacional.
Mientras, el centro histórico de La Habana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, acoge a más de 100 edificaciones cuyo origen se remonta a los siglos XVI y XVII, mientras otras 200 van hasta el XVIII.
El país dispone además de inmuebles emblemáticos, con un fuerte componente cultural, como con en la capital los palacios de Aldama, del Segundo Cabo, de Lombillo y la casa del conde Bayona (La Habana), unido al de Cantero y del conde de Brunet (Trinidad), y la casa de Diego Velázquez (Santiago de Cuba).
El segundo sitio urbano de ese tipo en dimensiones del país está en Camagüey – antigua Santa María del Puerto del Príncipe –, también llamada la ciudad de los tinajones por la abundancia de esos enormes recipientes de barro cocido, utilizados para la conservación de agua.
Mientras, hacia el oriente, en la provincia de Granma, se encuentra el 48 por ciento de todos los sitios históricos del archipiélago cubano, con su ciudad cabecera –Bayamo – en calidad de Monumento Nacional y capital de la República en Armas al inicio de la guerra de independencia de 1868.
A su vez, Santiago de Cuba atesora recuerdos de más de 480 años, con un sistema defensivo que es considerado como el mayor exponente de la ingeniería militar renacentista europea en el Caribe, integrado por el Castillo de San Pedro de La Roca, el de La Estrella y la batería de La Socapa.
Con esos atributos, los principales núcleos urbanos de la isla aportan su valor agregado a una amplia gama de atractivos que concentran el interés de visitantes extranjeros y el propio turismo nacional.