La capital cubana, destino turístico por excelencia de la mayor de Las Antillas, se acerca a los cinco siglos de su fundación avalada por una inigualable riqueza de tradiciones e historia.
Fundada en 1519 a la sombra de una Ceiba, La Habana devino con el tiempo en una ciudad cosmopolita cargada de peregrinos deseosos por conocerla a profundidad.
Como elemento a destacar, la capital cubana se incluye entre las siete ciudades maravillas del planeta, con una oferta al turismo que combina el sol y playa con los valores patrimoniales, cultura e historia.
Conocida como la villa de San Cristóbal de La Habana, es uno de los más fieles exponentes de la arquitectura colonial de la isla, marcada por una notoriedad que comenzó desde fines del siglo XVI, con características propias aunque con una fuerte influencia ibérica. En efecto, la urbe se erige en una mezcla de estilos arquitectónicos que abarcan el renacentismo, art deco, mudéjar, barroco, neoclasicismo, eclecticismo, art nouveau y el barroco cubano, además de ser el centro del panorama cultural del país.
Abarca 732 kilómetros cuadrados y posee 15 municipios de los cuales nueve son totalmente urbanos, de ellos 4,5 kilómetros cuadrados abarcan la parte vieja, la más atractiva para los visitantes extranjeros.
Tres decenas de museos, 10 galerías de arte, 25 teatros e instituciones únicas como el Ballet Nacional de Cuba y la Casa de Las Américas avalan esa posición, al servir además de sede a numerosos festivales internacionales de cine, danza, artes plásticas y literatura, entre otras manifestaciones.
La capital es también el escenario de obras únicas como el Capitolio de La Habana, considerado por los especialistas entre los seis palacios de mayor relevancia a nivel mundial.
Su sistema de fortalezas, con el emblemático Castillo de Los Tres Reyes del Morro, abarcó nueve grandes construcciones para constituir -a decir de los expertos- el conjunto más notable de su tipo en la América hispana.
Entre esas obras, el Castillo de la Real Fuerza (concluido hacia 1577) abrió el camino en el continente al diseño renacentista en las construcciones militares, con un estilo que predominó en España en época de los Reyes Católicos y fue llamado también isabelino.
Unas 140 de las edificaciones localizadas en el centro histórico de la capital cuentan con un origen que se remonta a los siglos XVI y XVII, otras 200 al XVIII y más de 460 al XIX, conformando así una mezcla plena de atractivos para los gustos más exigentes.
Numerosas plazas se localizan en la geografía de La Habana, con especial destaque para aquellas conocidas como de Armas, de la Catedral, la llamada Plaza Vieja y la de San Francisco de Asís, esta última aledaña a la iglesia y el convento de igual nombre.
Como elemento que la destaca figura el Malecón una de las principales arterias de la ciudad y sitio de obligada referencia para todo el que apuesta por la isla como destino para el descanso y la recreación.
Además, la bahía era punto de reunión de la flota española antes de partir hacia la metrópoli llevando las riquezas extraídas de sus colonias bajo fuerte custodia, que la protegía del constante asedio de piratas y corsarios.