La capital cubana, principal núcleo urbano de la mayor de Las Antillas y con una población superior a los dos millones de habitantes, encierra en sus 15 municipios una amplia gama de atractivos para todos los gustos.
La Habana es además, el principal puerto del archipiélago, su centro económico-cultural y su principal polo turístico, puerta de entrada para miles de visitantes cada año.
En efecto, la urbe es uno de los más fieles exponentes de la arquitectura colonial de la isla, marcada por una notoriedad que comenzó desde fines del siglo XVI, con características propias aunque con una fuerte influencia ibérica.
Su sistema de fortalezas, con el emblemático Castillo de Los Tres Reyes del Morro, abarcó nueve grandes construcciones para constituir -a decir de los expertos- el conjunto más notable de su tipo en la América hispana.
Entre esas obras, el Castillo de la Real Fuerza (concluido hacia 1577) abrió el camino en el continente al diseño renacentista en las construcciones militares, con un estilo que predominó en España en época de los Reyes Católicos y fue llamado también isabelino.
Cerca de 140 de las edificaciones localizadas en el centro histórico de la capital cuentan con un origen que se remonta a los siglos XVI y XVII, otras 200 al XVIII y más de 460 al XIX, conformando así una mezcla plena de atractivos para los gustos más exigentes.
Numerosas plazas se localizan en la geografía de La Habana, con especial destaque para aquellas conocidas como de Armas, de la Catedral, la llamada Plaza Vieja y la de San Francisco de Asís, esta última aledaña a la iglesia y el convento de igual nombre.
En los espacios de la ciudad se dan la mano edificaciones que representan desde el renacentismo hasta el art deco, pasando por el mudéjar, barroco, neoclasicismo, eclecticismo, art nouveau y el barroco cubano.
Asimismo, la capital acoge una parte importante de los cerca de 300 museos de la isla, entre ellos el Numismático de La Habana, con más de 100 mil piezas.
En un inmueble edificado en 1791 y conocido como el Palacio de los Capitanes Generales -sede de la administración colonial española durante más de 100 años- se localiza el llamado Museo de la Ciudad.
Los recuerdos también tienen su espacio en el Museo de Arte Colonial, ubicado en la Plaza de Catedral -una de las mejor conservadas en el centro histórico de La Habana- y construido hacia 1720 con el estilo señorial del siglo XVIII.
Para los visitantes de países con predominio de la población musulmana la ciudad reserva los atractivos de la llamada Casa de los Árabes, donde los creyentes disponen incluso de una sala para las plegarias.
Asimismo, se localiza una excelente muestra de las armas de los siglos XVIII y XIX, enchapadas en oro y plata y con un detallado trabajo de ornamentación, todo ello desplegado en un inmueble que refleja la influencia árabe en la arquitectura cubana, llegada de manos de los maestros españoles.