La ciudad de Matanzas, capital de la occidental provincia cubana de igual nombre, destaca con fuerza en las preferencias del turismo, atraído por la riqueza natural y las inigualables zonas de playa.
Fundada en 1693 con el nombre inicial de San Severino y San Carlos, también es conocida como la Atenas de Cuba e incluso llamado antaño la Venecia de América -por sus ríos, puentes y canales-, con una dinámica actividad comercial y cultural para la época.
En el territorio de la provincia destaca en especial el Valle del río Yumurí, incluido en la declaratoria de la ciudad occidental de Matanzas como destino turístico de Cuba.
El paisaje en sus ocho mil 400 hectáreas acoge bosques habitados por especies endémicas como el tocororo, ave nacional, además de tierras de cultivo en las cuales se practica la agroecología.
Evidencia arqueológica y la especie endémica vegetal Melocactus matanzanus, una cactácea en peligro de extinción, son otros atractivos del Valle del río Yumurí, que se aprecia en todo su esplendor desde el puente de Bacunayagua.
Esta obra es precisamente una de las maravillas de la ingeniería civil cubana, incluida en el corredor turístico entre la Habana y el balneario de Varadero.
También cuenta con el Museo del Azúcar José Smith Comas, donde se pueden apreciar dos decenas de locomotoras que datan desde el año 1895 hasta 1925 y se muestra además el proceso de elaboración del dulce.
A la urbe, la abundancia de pasos sobre el agua también le otorgó el apodo de "ciudad de los puentes", con vías como el antiguo de La Concordia, conocido como Lacret, o el Calixto García, por solo citar algunos.
La diversidad arquitectónica marca el entorno de la atractiva ciudad, con joyas de la construcción como el teatro Sauto, inaugurado en 1863 y diseñado por el italiano Daniel D'Allaglio, convertido en Monumento Nacional de la mayor de Las Antillas.
La Plaza de la Vigía, primera plaza de armas de la añeja ciudad, encierra en su entorno exponentes unidos de los valores históricos de la urbe, representados en inmuebles como el Cuartel de Bomberos, la antigua Aduana y el Palacio de Junco, actual museo.
Los visitantes que arriban a Matanzas incluyen en su recorrido a la famosa Ermita de Monserrate, inaugurada en 1875 y calificada como una señal del poder económico que logró la comunidad catalana establecida en la urbe.
La provincia tiene además a la Ciénaga de Zapata constituye una de las opciones turísticas de mayor atractivo, además de ser el paraíso por excelencia para los amantes de la ecología.
Playas de azules aguas, bosques exóticos, ríos, lagos, cavernas inundadas, piscinas naturales, zonas vírgenes y sabanas típicas de ciénaga se suman para brindar refugio al 30 por ciento de la fauna autóctona de la mayor de Las Antillas.
Entre las especies destacan 171 de aves, de las cuales 18 son endémicas del territorio, convertido en una de las zonas más ricas de la isla para el turismo ecológico.