El archipiélago cubano, pleno de ofertas de ocio vinculadas a las playas, cultura, patrimonio e historia, extiende las propuestas hacia aquellas variantes que involucran a la naturaleza.
En efecto, la isla tiene en su territorio 11 parques nacionales, 12 reservas ecológicas, 12 refugios de Fauna, dos paisajes naturales protegidos y tres áreas protegidas de Recursos Manejados.
Además, 67 mil kilómetros cuadrados de plataforma insular, cinco mil 700 kilómetros de costas, más de 500 playas, igual cantidad de fuentes de aguas minero-medicinales y el 25 por ciento de área boscosa.
La mayor de Las Antillas encierra en su geografía cerca del dos por ciento de la flora del planeta, la cual encuentra espacios en más de una decena de jardines botánicos distribuidos en todo el país.
Precisamente, esos sitios constituyen un atractivo adicional para aquellos turistas –nacionales y extranjeros-, los cuales incluyen en sus recorridos los mencionados lugares vinculados con la naturaleza y la vegetación.
En la lista aparecen los jardines botánicos Nacional y de Cienfuegos, la Estación Experimental Juan Tomás Roig, el Instituto de Investigaciones Fundamentales de la Agricultura, el Capaynicu.
Unido a ello, están los de Pinar del Río y Matanzas (occidente), Sancti Spíritus y Villa Clara (centro), Holguín y Las Tunas (oriente), además del Orquideario de Soroa y los Helechos de Santiago de Cuba.
En el caso del Nacional de Cuba, su área expositiva abarca unos dos mil 300 metros cuadrados, y consta de una parte techada con tres pabellones, y otra exterior en la que hay un estanque para plantas acuáticas y colecciones de especies ornamentales.
Además, suma en sus espacios el Jardín Japonés, con cinco hectáreas, organizado en torno a un lago artificial de 300 metros de largo y 750 metros de perímetro, con forma ovalada.
Mientras, el de Cienfuegos es el más antiguo tras ser fundado en 1901, con valiosas colecciones de plantas, únicas de su tipo en América y otras regiones del planeta.
En el conjunto de sus variedades casi todas únicas, aparecen la colección de orquídeas, con más de 400 especies; la de bambúes, con 23, y la de palmas, con 280.
Esa extraordinaria colección de palmas –de África tropical hay una que florece cada 25 años– es considerada una de las 10 más completas e importantes de América y el mundo.
De las mil 417 especies en el recinto natural, más de 500 son ejemplares únicos, representados en más de un centenar de familias botánicas, entre las que destacan los Ficus o Jagüeyes, las palmas, bambúes y las leguminosas.
También está el orquideario de Soroa, en el occidente de la isla, y el Jardín de los Helechos de Santiago de Cuba, en la zona oriental, este último con tres mil metros cuadrados de extensión.
La red nacional ha recibido muchas semillas de especies de árboles y tiene un herbario que permite intercambiar de forma constante plantas con otros parques, para de esa forma garantizar el conocimiento de esos géneros a las generaciones futuras.