La región occidental de Cuba, plena de atractivos vinculados a la naturaleza, sol y playa, encierra espacios capaces de ofrecer propuestas de excelencia para el turismo.
En esa dirección destaca la provincia de Matanzas, la cual acoge al balneario de Varadero, principal destino de sol y playa de la mayor de Las Antillas.
Por si fuera poco, aspira a convertirse en la Mejor Playa del Mundo, luego de ser quedar segunda en esa categoría de los premios Traveler's Choice, publicados en la web de turismo TripAdvisor.
Unido a ello, cuenta con la Ciénaga de Zapata, región donde se asienta el mayor y mejor conservado humedal del Caribe insular, poseedora de las categorías de Reserva de la biosfera y Sitio Ramsar, ideal para la práctica del ecoturismo, la ciénaga fue una de las subsedes este año, del evento Turnat.
Como novedad, el territorio dispone del teatro Sauto, Monumento Nacional y exponente de los valores patrimoniales y culturales del siglo XIX.
Los visitantes que llegan a la instalación muestran interés en la sala principal del teatro, donde la maquinaria que permite subir y bajar la platea resalta como elemento distintivo, y reconocen también la belleza arquitectónica del edificio de 156 años de historia.
El magnífico estado de conservación de las piezas patrimoniales que resguarda el teatro y el alto grado de originalidad mantenido durante la restauración, son valores que agradecen los turistas.
La ciudad, fundada en 1693 con el nombre inicial de San Severino y San Carlos, también es conocida como la Atenas de Cuba e incluso llamado antaño la Venecia de América -por sus ríos, puentes y canales-, con una dinámica actividad comercial y cultural para la época. Esa peculiar prosperidad económica le añadió el nombre de la Nápoles de América a mediados del siglo XIX, hasta llegar a su denominación actual.
La abundancia de pasos sobre el agua también le otorgó el apodo de "ciudad de los puentes", con vías como el antiguo de La Concordia, hoy conocido como Lacret, o el Calixto García, por solo citar algunos.
La Plaza de la Vigía, primera plaza de armas de la urbe, encierra en su entorno exponentes unidos de los valores históricos de la urbe, representados en inmuebles como el Cuartel de Bomberos, la antigua Aduana y el Palacio de Junco.
Otro de los sitios plagado de recuerdos en la capital provincial está en el Parque de La Libertad, surgido hacia 1800 y centro de algunas de las más importantes edificaciones, como el Liceo Artístico y Literario.
Las maravillas subterráneas de las Cuevas de Bellamar, descubiertas en 1861, las ruinas del ingenio Triunvirato y el toque natural que aporta el Río Canímar complementan los atractivos.
Desde el punto de vista de la naturaleza destaca el Valle de Yumurí, cuya contemplación es posible desde el Mirador de Bacunayagua, sobre un puente que se incluye entre las siete maravillas de la ingeniería civil de la isla.
Los visitantes que arriban a Matanzas incluyen en su recorrido a la famosa Ermita de Monserrate, inaugurada en 1875 y calificada como una señal del poder económico que logró la comunidad catalana establecida en la urbe.