El Hotel Nacional de Cuba, con 89 años cumplidos de actividad, descuenta ya los días que lo llevaran a las nueve décadas a favor del turismo en la mayor de Las Antillas.
Localizado en una posición dominante sobre el emblemático Malecón Habanero, se extiende en el saliente costero de Punta Brava, en la loma de Taganana, casi al extremo de la caleta de San Lázaro.
La instalación ocupa el sitio donde en el siglo XVIII estaba la Batería de Santa Clara parte del sistema defensivo de la capital cubana y de la cual aún se conservan vestigios.
Como novedad, figura entre los 10 hoteles Palace del mundo, además de poseer la categoría de Monumento Nacional de Cuba y Patrimonio de la Humanidad, en tanto los documentos que registran su historia forman parte de la colección Memoria del Mundo, auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
De arquitectura ecléctica, con elementos del art decó e influencias de arquitectura morisca, en su larga historia ha sido visitado por personalidades de la política nacional e internacional, la cultura y las ciencias.
En sus 457 habitaciones -15 de ellas suites y una presidencial- dejaron sus huellas recogidas en la memoria fotográfica de la Galería del Golfo figuras del arte mexicano como Mario Moreno (Cantinflas), Pedro Vargas, Tin-Tan y María Félix.
Además, entre las divas recibidas en alguna ocasión en los salones del Nacional se citan a Libertad Lamarque, Rita Hayworth, Ava Gardner y Libertad Lamarque, así como estrellas de la talla de las famosas "top models" Kate Moss y Naomi Campbell.
Mientras, la suite presidencial, aún en activo, acogió a líderes de la época como Sir Winston Churchill, quien fuera primer ministro de Inglaterra, los reyes de Bélgica y varios de los jefes de estado que visitan a la mayor de Las Antillas.
El Nacional abrió también sus puertas al famoso nadador estadounidense Johnny Weismuller, a una leyenda del boxeo profesional que respondía al nombre de Rocky Marciano y científicos de la talla de Alexander Fleming, descubridor de la penicilina.
En épocas recientes se convirtió en la sede tradicional de eventos vinculados con el turismo y el vino, unido a la existencia del Rincón del Cine, en coincidencia con la realización cada año en La Habana del
Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
A su favor está el hecho de obtener al menos una decena de veces el World Travel Awards, conferido a partir de un riguroso proceso selectivo, en el cual participan más de medio millón de profesionales del sector de viajes y turismo de unos 170 países.
Sus vistas únicas ofrecen un hermoso y variado panorama de la ciudad, entre las que se pueden admirar, la bahía habanera con su clásico malecón y la ancestral fortaleza del Morro.
La atención de los vacacionistas es atrapada por las galerías de los jardines, las que recuerdan los claustros monásticos de arcadas
hispano-morunas, mientras la planta principal se asemeja a tres naves paralelas de una iglesia del medioevo.