El desarrollo del turismo en Cuba, apoyado en una oferta de excelentes playas, rica historia y tradiciones, cuenta con el complemento de una naturaleza única y capaz de satisfacer la demanda de los clientes más exigentes.
Con la llegada del nuevo siglo, los atractivos del entorno en una isla de paisajes hermosos y las peculiaridades de la flora y la fauna, constituyen la pieza clave para el desarrollo de la industria del ocio.
El acercamiento a la naturaleza desde una opción de playa o ciudad añade además valor al producto turístico, apoyado en el creciente interés de los visitantes en conocer la realidad de los campos cubanos y disfrutar de un medio casi virgen que llama sin cesar a la aventura.
La fauna cubana cuenta con unas 16 mil 500 especies descritas, en un contexto donde algunos grupos zoológicos muestran un endemismo superior al 90 por ciento, mientras la flora autóctona registra mas de seis mil 300 variedades, en un panorama multicolor y de las más diversas formas.
Reservas naturales, de la biosfera, paisajes naturales, parques nacionales y áreas protegidas conforman una extensa red de ofertas, marcada por su riqueza, excelente conservación y características únicas que la distinguen en la región.
La estrategia cubana en esta modalidad es ambiciosa, pues los objetivos apuntan a lograr hacia el 2005 el arribo de hasta 100 mil vacacionistas atraídos por el llamado turismo de naturaleza, apoyado en la infraestructura de mas de un centenar de senderos especializados y recorridos, a cargo de las principales compañías del sector en la isla.
Una de las plazas fuertes de esa variante se localiza en el Valle de Viñales, ubicado en la occidental provincia de Pinar del Río, con sus peculiares formaciones de mogotes, elevaciones de paredes verticales y cimas redondeadas que en ocasiones superan los 400 metros de altura.
Extensos sistemas cavernarios completan el singular atractivo de esa zona, con su mayor exponente en la Cueva de Santo Tomás, que cuenta con mas de 45 kilómetros de galerías ya exploradas, o las cerca de 750 variedades de orquídeas que se localizan en Soroa.
Hacia el centro y sur de la isla se localiza la Ciénaga de Zapata, con unos cinco mil kilómetros cuadrados de extensión y considerada el mayor humedal del Caribe, la cual acoge además a mas de mil especies de la flora y un criadero de cocodrilos que ostenta ya renombre internacional.
El salto de agua del Caburni, con sus 64 metros de altura, la cueva de Martín Infierno y su estalactita de mas de 60 metros -entre otros atractivos- esperan a los turistas que arriban a la región central de la isla, con el más importante sistema montañoso de esa zona en el Escambray.
Hacia el oriente, las mayores alturas del país en la Sierra Maestra marcan la riqueza del Parque Nacional de igual nombre, donde las historias, leyendas y las tradiciones más autóctonas están presentes junto a una naturaleza de espléndida belleza.
La industria cubana del ocio, en franca expansión, recuerda en su avance las palabras del almirante Cristóbal Colon al arribar hace mas de cinco siglos a la isla, donde extasiado por su belleza afirmó que era "la tierra mas hermosa que ojos humanos han visto".