La mayor de Las Antillas, plaza fuerte para el turismo en el Caribe por sus condiciones naturales, suma como valor agregado una amplia gama de propuestas de la gastronomía que recogen la herencia de diversas regiones del mundo.
El propio desarrollo de la sociedad cubana está reflejado en las innumerables opciones culinarias que representan aquellos elementos incorporados a las tradiciones propias del país.
A los platos característicos de la cocina criolla se añaden variantes llegadas del viejo continente, como son las de la comida española, francesa o italiana.
Unido a ello, desde Asia y el Medio Oriente están presentes sugerencias aportadas por la gastronomía china, japonesa, coreana, árabe e hindú, por solo mencionar algunas de las que pueden encontrarse en restaurantes y cafeterías del país.
Entre los sitios más reconocidos está la famosa Bodeguita del Medio, la cual consolidó su papel como la casa de comidas local abanderada por excelencia de la nueva era del turismo en el país.
La B del M – como también se le conoce – se encuentra a unos pasos de La Plaza de La Catedral, (Empedrado 207), un sitio sumamente visitado por turistas y entre sus ofertas más conocidas está el Mojito, trago a partir de ron cubano ligero, hierba buena, limón, hielo y azúcar.
La fama de la Bodeguita no sólo está en su comida, sino también en una singular costumbre que lleva a los comensales a estampar sus firmas, frases y fotos en las paredes del establecimiento, como una señal indeleble de su paso por la mayor de Las Antillas y que suman ya varios miles.
En la actualidad hay establecimientos con el mismo nombre en otros lugares del mundo tales como Argentina, Costa Rica, Bolivia, México, Colombia, Venezuela, Alemania, Inglaterra, Praga en República Checa y Gijón en España.
También en la propia Cuba se localizan franquicias de la Bodeguita del Medio en provincias como Matanzas (Varadero), Villa Clara y Santiago de Cuba.
En el popular barrio chino de La Habana – elemento que marca la presencia de la emigración desde esa nación asiática a la isla – numerosos establecimientos colocan a los visitantes en condiciones de conocer la amplia variedad de propuestas de la cocina de esa región.
Unido a todo ello, también se encuentran opciones culinarias características de la modernidad europea, para de esa forma responder a los requerimientos de los vacacionistas procedentes del llamado viejo continente.
A los establecimientos gastronómicos del sector público se suman las ofertas privadas, con disposición de competir para satisfacer los gustos más exigentes de nacionales y foráneos.