La capital cubana, plena de atractivos para el turismo de la más diversa índole, complementa sus propuestas con opciones únicas vinculadas a la extensa tradición culinaria de la mayor de Las Antillas.
Para los expertos, la gastronomía de Cuba es una fusión de las costumbres taínas, la cocina española, la africana y la caribeña.
En efecto, las recetas cubanas comparten las sabidurías de la combinación entre las especias y las técnicas heredadas de los nativos taínos, y posteriormente combinadas de la cocina española y africana, con unas ciertas influencias caribeñas en especias y sabores.
Sin dudas, existen influencias de los esclavos africanos que cultivaban la mayoría en las plantaciones de caña de azúcar, a pesar de que en la mayor parte de las ciudades constituyeron la minoría.
En la relación de centros habilitados para captar a los visitantes con sus variantes gastronómicas destaca la famosa Bodeguita del Medio (La B del M), con un aval de actividad que se remonta a su fundación en 1942.
En la geografía de la mayor de Las Antillas, desde los sitios más sencillos, diseñados al estilo más moderno de los establecimientos de comidas rápidas, hasta centros con una historia de varias decenas de años, las alternativas están al alcance de todos.
Los 78 años de experiencia le proporcionan una larga historia en el mundo de la cocina tradicional cubana, en tanto exhibe en sus paredes fotos y firmas de cientos de personalidades que la han hecho famosa entre ellos: presidentes, Premios Nobel, deportistas, escritores, poetas, pintores y músicos, tanto nacionales como extranjeros.
La fama de la Bodeguita no solo está en su comida, sino también en una singular costumbre que lleva a los comensales a estampar sus firmas, frases y fotos en las paredes del establecimiento, como una señal indeleble de su paso por la mayor de Las Antillas y que suman ya varios miles.
Es muy larga la lista de personajes famosos que comieron en él, desde el Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway hasta el extinto presidente chileno Salvador Allende, pasando por bailarines, pintores, escritores y artistas de todo tipo y país.
Cabe mencionar que la B del M se encuentra a unos pasos de La Plaza de La Catedral, (Empedrado 207), un sitio sumamente visitado por turistas y entre sus ofertas más conocidas esta el Mojito, trago a partir de ron cubano ligero, hierba buena, limón, hielo y azúcar.
Precisamente ese preparado convirtió a Hemingway en uno de los clientes asiduos del restaurante, atraído además por el acogedor y familiar ambiente que se respira una vez que se traspasa la puerta, con exquisitos olores de una cocina capaz de satisfacer todos los gustos.
Más allá de la sede inicial, existen sucursales en diversos destinos de la isla, entre ellos Varadero, Trinidad y Holguín, además de una decena de franquicias en países como México, Australia, Macedonia, Ucrania, República Checa, Polonia y Líbano.