La ciudad de Santiago de Cuba, con una historia que supera los cinco siglos, consolida sus posiciones como capital del Caribe, favorecida por su posición geográfica, valores patrimoniales e historia.
Fundada por el Adelantado Diego Velázquez, sirvió de capital de la isla hasta 1607, en una etapa durante la cual sufrió innumerables desastres, desde un terremoto que la asoló en 1675 hasta la acción depredadora de corsarios y piratas.
El quehacer de la urbe, en sus 505 años, recoge acontecimientos desde el final de la llamada guerra hispano-cubano-norteamericana hasta el asalto al Cuartel Moncada, que inició la etapa definitiva en las contiendas liberadoras en el país.
En el centro de la capital provincial, con una extraordinaria variedad de museos, se localiza la antigua Plaza de Armas, corazón de la ciudad y conocida como el parque Céspedes en homenaje al también llamado Padre de la Patria cubana, Carlos Manuel de Céspedes.
En sus alrededores los visitantes tropiezan con innumerables muestras del arte arquitectónico colonial, con obras como la Catedral de Nuestra Señora de Asunción, erigida en el siglo XVI y que guarda en sus salas museables una pintura en tablilla, a la cual muchos expertos señalan como la más antigua de Cuba.
Como elemento peculiar, esta la casa más antigua del archipiélago, la de Diego Velázquez, la cual fue además Casa de Contratación y Fundición de la Corona, levantada en bloques de piedra de cantería y que aun muestra algunos de sus elementos originales como los techos de alfarjes y celosías moriscas.
Entre las instituciones y museos se destaca el centenario Bacardí, líder en antigüedad en la isla, con una colección de armas que recuerdan las luchas independentistas en el país, artículos de los aborígenes cubanos e incluso momias incas y egipcias.
En los alrededores de la ciudad, la Gran Piedra -registrada como la mayor del mundo en el libro de records Guinness- se erige majestuosa e imponente, con sus cerca de 70 mil toneladas ubicadas a unos mil 220 metros sobre el nivel del mar.
Asimismo, los vacacionistas tropiezan con el Parque Baconao, reserva de la biosfera, famoso por su zoológico de piedra localizado en el Valle de la Prehistoria y complementado con atractivos como el Museo del Transporte, el Acuario y el Prado de las Esculturas.
También cuenta con el Castillo de San Pedro de la Roca -conocido también como el Morro de Santiago de Cuba-, fortaleza llamada a integrar ese sistema defensivo del oriente, aunque el impacto militar fue mínimo debido a una demora de varias decenas de años en su terminación.
Su principal diseñador y arquitecto fue el famoso ingeniero militar italiano Juan Bautista Antonelli, responsable en años anteriores de los trabajos de fortificación de San Cristóbal de La Habana.
La fortaleza se integra junto a La Socapa, La Avanzada y La Estrella en el sistema defensivo de la bahía santiaguera, y todo ello está considerado como el mayor y más completo ejemplo de ingeniería militar renacentista europea aplicada en las condiciones del Caribe.