La capital cubana, principal polo turístico de la mayor de Las Antillas, complementa su oferta de ocio con los atractivos naturales que encierran los territorios cercanos a la urbe, entre los cuales figura el sitio conocido como Escaleras de Jaruco.
El mencionado lugar se localiza al este de la provincia de La Habana, entre elevaciones que forman terrazas con rocas cársicas y paisajes llanos. En ella existen numerosas cuevas, como la de Aguirre, y pueden observarse tanto aves migratorias como endémicas.
El plato fuerte del lugar esta en el turismo de naturaleza, diseñado para aquellos que desean además como complemento de las ofertas tradicionales disfrutar el atractivo de un paseo por el campo, conocer las tradiciones y el modo de vida de las comunidades de la isla.
Areas protegidas, reservas de la biosfera, humedales y regiones con flora y fauna endémicas -posibles de ser observadas en toda su magnitud- están al alcance de todos mediante senderos especializados, creados para quienes arriban a la isla con ese objetivo especifico.
En la mayor de las Antillas, con una enorme riqueza en el entorno, muchas veces sin explotar, esa modalidad cobra cada vez mayor fuerza, como es el caso especifico del sitio que mencionamos, las Escaleras de Jaruco, al alcance de los visitantes que arriban a la capital.
Cavernas y fósiles vegetales, estos últimos avalados por la existencia en la isla de unas seis mil 300 especies de la flora, están disposición de los
visitantes, en un ambiente refrescado por la proximidad de las costas y ríos que tienen su salida al mar por la zona de Boca de Jaruco.
En esa área se ubica precisamente el poblado que toma el nombre del lugar, marcado por una historia centenaria y estrechos vínculos con la vida del mar, en especial la pesca, y con una gastronomía específica difícil de olvidar para los que aunque sea una vez han llegado a la plaza.
Precisamente ese ambiente de las Escaleras de Jaruco representa un
entorno excelente para la acampada al aire libre, a lo cual se destinan instalaciones como bases de campismo que permiten el contacto directo con una naturaleza casi virgen, propia de un país caribeño.
El intercambio directo con los habitantes de esa localidad es otra de las posibilidades que ofrece esta porción de la geografía occidental, donde la tranquilidad del entorno esta marcada además por típicas viviendas de la zona rural para brindar la genuina imagen del campo cubano.
En el horizonte de la zona, en franca vinculación con la riqueza del paisaje, las señales de la industrialización en la isla llegan de la mano de las numerosas torres de perforación petrolera, ubicadas en uno de los principales yacimientos del oro negro en el país.
El fomento de sitios como la Escalera de Jaruco para la industria del ocio forma parte indisoluble de la estrategia de la provincia de La Habana con vistas al desarrollo del turismo, a partir de una oferta que sirve también de complemento necesario a las acciones en polos de primera línea como Ciudad de La Habana y Varadero.