Los padecimientos neurológicos de diversa índole, una de las principales causas de incapacidad y muerte en la mayor de Las Antillas, constituyen el primordial objetivo de atención para los centros asistenciales de la isla.

Tecnología de avanzada, profesionales de elevada capacitación y métodos únicos de tratamiento se combinan para ofrecer una respuesta adecuada en cada caso, siempre en busca de una mayor calidad de vida.

En el sistema cubano de salud, instituciones especializadas asumen el tratamiento del mal de Parkinson, además de acoger a pacientes con afecciones que comprometen la calidad del movimiento y aquejados de enfermedades degenerativas del sistema nervioso central.

Al respecto, los servicios de neurología en la isla tienen experiencia también en la realización de diversos procedimientos quirúrgicos, con diversas intervenciones en trastornos del movimiento y con un elevado índice de eficacia y tolerancia.

Para el tratamiento quirúrgico contra el Parkinson, los enfermos deben someterse a un proceso de selección que determina la situación del padecimiento, síntomas invalidantes y la respuesta a medicamentos utilizados en el enfrentamiento a ese mal.

Equipos de profesionales se encargan del estudio integral de los pacientes, para de esa forma determinar la conducta terapéutica más apropiada en cada caso especifico.

En la mayor de Las Antillas, el Programa de Restauración Neurológica es una estrategia que combina métodos farmacológicos, quirúrgicos y de rehabilitación que se apoyan en las propiedades de recuperación del sistema nervioso.

Las acciones comprendidas en el citado esquema permiten compensar las alteraciones existentes y estimular la recuperación estructural y funcional de la actividad nerviosa dañada o enferma.

Además del Parkinson, ese esquema contempla la atención a pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos, lesiones traumáticas de la médula espinal, alteraciones relativas al envejecimiento cerebral, enfermedad de Alzheimer y secuelas de anoxia cerebral.

Asimismo, se aplica a casos de parálisis cerebral infantil, unido a afecciones neuromusculares y de nervios periféricos, entre otros padecimientos del sistema nervioso.

El mecanismo de atención incluye tratamiento farmacológico, de rehabilitación neurológica intensiva y abordaje quirúrgico, siempre que se considere necesario.

Ese último aspecto está respaldado por métodos quirúrgicos de mínimo acceso y mediante técnicas estereotáxicas, con planeamiento automatizado y comprobación neurofisiológica.

Su utilización está a cargo de un equipo profesional de elevada calificación, el cual tiene en sus filas a neurólogos, neurocirujanos, psiquiatras, internistas, psicólogos, urólogos, kinesiólogos, fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales y en enfermería neurológica.