Descripción |
Ocupa una esquina privilegiada de la Plaza de Armas, la más antigua de la Ciudad. Las comidas en La Mina están aderezadas con ese espíritu campestre y cubano que sitúa al arte del comer en un espacio casi sagrado .Por su patio pasean gallos y pavos reales, mientras usted, acomodado en su taburete, respira el aire marino de la vecina bahía, animándose, tal vez, a probar los mariscos que ofrece la casa o a decidirse por la comida casera cubana, mezcla heredada de los antepasados. La agudeza de la música campesina y tradicional pone una nota picaresca y refuerza el gusto de los platos de La Mina. |
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