La industria cubana del ocio, en franca expansión gracias a la riqueza natural, histórica y cultural de la mayor de las Antillas, cuenta con una infraestructura donde destacan colosos hoteleros e instalaciones convertidas en pequeños gigantes de la actividad.
En la propia capital, principal destino turístico de la isla, destacan establecimientos como el Hotel Plaza, localizado en el entorno del centro histórico de la urbe.
Próximo a cumplir un siglo de existencia, cuenta entre sus principales atractivos con una ubicación frente a una de las esquinas del Parque Central, próximo al Gran Teatro de La Habana, sede de importantes presentaciones del ballet y la ópera en la isla.
En sus alrededores se localizan además el Capitolio, hoy sede de la Academia de Ciencias de Cuba, el antiguo Palacio Presidencial, el Museo de Bellas Artes y la Iglesia del Angel, esta última de llamativa arquitectura.
Mientras, con 65 habitaciones está el hotel Lido, lugar de atmósfera familiar y trato amable que invita a repetir la estancia a solo unos pasos del Centro Gallego (Gran Teatro de La Habana), el Museo de Ciencias Naturales y el Centro Asturiano, actual Museo de Bellas Artes.
Asimismo, desde la instalación pueden visitarse el Museo de la Revolución, el Paseo del Prado, hoteles, restaurantes, cines, comercios y la Habana Colonial con sus castillos, plazas, casonas, calles empedradas y la activa vida social y cultural que lo caracteriza.
Una de las propuestas más interesantes está en el Hotel Raquel, con 25 confortables habitaciones dobles, climatizadas y de lujoso diseño, distribuidas en tres niveles y bajo el dominio de una admirable línea decorativa.
Además de su atractiva terraza mirador, donde se ubica una magnífica cúpula, existen galerías y diversos espacios cuidadosamente decorados en todo el hotel, ideales para el reposo.
Sitios únicos para los amantes del habano como el hotel Conde de Villanueva o al estilo de un monasterio en el caso de Los Frailes se complementan con las facilidades del Palacio de San Miguel, una atractiva propuesta para los amantes de la cultura y la intimidad.
La instalación se localiza en un edificio adquirido en 1916 por Antonio San Miguel y Segalá, ilustre ciudadano de esa época dedicado al periodismo y las letras, quien hizo además del inmueble un centro de reunión intelectual.
Escaleras de hierro fundido, balcones con relucientes barandas de mármol y 10 habitaciones repartidas en las tres plantas de la instalación están listas para recibir a los huéspedes, con excelentes vistas de la Bahía de La Habana y facilidades que van desde la climatización hasta televisión por satélite.
Fuera de la capital y en sitios tan lejanos como la villa de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa – provincia de Guantánamo –, fundada entre 1511 y 1512 por el Adelantado Diego Velázquez, están presentes las propuestas para el ocio.
Precisamente, para los amantes de conocer el lugar está disponible el Hotel La Rusa, caracterizado por los especialistas como un establecimiento pequeño – de apenas 12 habitaciones –, íntimo y acogedor, situado además a orillas del mar y favorecido con el panorama del inmenso azul de las aguas.
Para los huéspedes de la instalación, el paisaje natural se complementa con una montaña aplanada de 575 metros de altura conocida como el Yunque de Baracoa, por su similitud con esa pieza utilizada por los herreros para su labor.